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¿Por qué deberíamos tener nuestra Huerta Orgánica en casa?

Foto del escritor: Natalia Pura MorenoNatalia Pura Moreno

Es necesario tomar conciencia que las frutas y verduras son alimentos imprescindibles para nuestra salud, pero lamentablemente la calidad de estos vegetales no es óptima cuando la adquirimos en los mercados, pues solo accediendo a productos orgánicos provenientes de semillas sin manipulación genética, y libres de pesticidas y herbicidas químicos que son sumamente tóxicos para nuestro organismo, podremos beneficiarnos de su aporte nutricional, de lo contrario estamos perjudicando nuestra salud debido al consumo dichos productos químicos.



En caso de poder conseguir vegetales orgánicos en el mercado, el problema es que no siempre tenemos la seguridad de que verdaderamente sean ecológicos, además el costo de estos es más elevado, lo cual implica un mayor gasto disponible para la alimentación, siendo esto una desventaja teniendo en cuenta la crisis económica por la que atraviesa nuestro país y muchos otros que se encuentran en una situación similar a la nuestra, y que ha llevado a muchas familias a prescindir de los vegetales que son tan importantes en nuestra dieta diaria, y caer en un mayor consumo de productos que son más económicos, pero lamentablemente dañinos y a la vez adictivos como son: el azúcar, arroz blanco, fideos, pan, galletas y otros productos refinados derivados del trigo que además de predisponer al sobrepeso y obesidad generan muchos problemas de salud.


Otro aspecto a considerar es que, por más que podamos comprar vegetales orgánicos, hay que tener en cuenta la pérdida de valor nutritivo que ocurre durante la cadena de comercialización, ya que lo ideal sería cosechar y consumir lo antes posible esos vegetales para conservar al máximo sus nutrientes y favorecer más nuestra nutrición y salud. Esto sólo lo podemos asegurar cuando producimos nuestros propios alimentos y tenemos la posibilidad de recolectarlos en el momento que lo necesitamos.


Aunque sea tener una pequeña huerta orgánica en nuestro hogar, o disponer de algunas macetas para sembrar hortalizas de estación en nuestro patio o terraza, que nos permita cubrir al menos el 50% de los vegetales de nuestra dieta y el resto adquirido de mercados locales que nos ofrezcan productos orgánicos de calidad, ya es un gran aporte a nuestra salud y a la economía familiar.


Aquí les describo algunas de las VENTAJAS y BENEFICIOS de tener una huerta orgánica en casa🍉🥒🥕:


  • Nos permite cultivar alimentos 100% naturales y frescos, libre de pesticidas dañinos y sin que hayan sido manipulados en la cadena de comercialización. Esto facilita el acceso a una dieta más saludable y además, cuando pruebes el sabor de los vegetales orgánicos, ya no querrás comer otros, y amarás el poder gozar del gusto y aroma que te regalan los alimentos totalmente naturales. Cuando cultivamos nuestra propia comida, la relación con el alimento se torna totalmente diferente, porque empezamos apreciar más la importancia de llevar una alimentación más natural. El hábito de plantar y cosechar anima a la gente a comer más sano, valorando las opciones naturales, que son altamente nutritivas.

  • Reencontrarse con la Naturaleza. Un huerto hace que crezca el respeto y la gratitud por todo lo que nos provee la Madre Tierra y el Universo. Además, el contacto con la Naturaleza es la mejor de las terapias, nos ayuda a liberar tensiones y a elevar nuestro nivel de energía y bienestar.

  • Compartir en familia: Cultivar un huerto es una actividad para hacer en familia. Todos los miembros pueden participar, especialmente los niños, que disfrutan más que nadie moviendo la tierra, regando o recogiendo los frutos.

  • Trabajar la tierra es una de las mejores actividades físicas, mientras trabajamos para mejorar nuestra alimentación, nos beneficiamos de ejercitar el cuerpo y calmar la mente mientras liberamos las tensiones que se acumulan durante el día.

  • Pasar tiempo al aire libre: Tener un huerto es un trabajo diario que nos obliga a estar más tiempo al aire libre. Esto además de beneficiar nuestra salud, permite que grandes y niños puedan disfrutar y entretenerse de una manera más sana, alejados de las pantallas de televisión, celular y videojuegos, que conducen al sedentarismo, a la falta de motivación para hacer actividades creativas y al daño de nuestra salud por las radiaciones electromagnéticas.

  • Reduce el estrés: trabajar en medio de la paz que nos regala la naturaleza, es la mejor calmante para aliviar el estrés diario. En el huerto se viven momentos tranquilos, ya que es una actividad que no requiere realizarse de prisa, por el contrario vamos trabajando a nuestro tiempo, en un orden sencillo y rutinario que va cambiando según la temporada. En la huerta familiar se disfruta de la armonía y silencio, de hecho, se usa como terapia para personas mayores, que se sienten útiles al poder trabajar en una actividad que les retribuye con los maravillosos regalos que son los frutos que nos ofrece la naturaleza como resultado de nuestro esfuerzo y dedicación.

  • Educamos a nuestros hijos: La recomendación es siempre trabajar el proyecto de jardín comestible en conjunto con los niños para enseñarles a respetar y cuidar de la naturaleza. Involucrarlos en el proceso de plantar, cuidar y cosechar la huerta es sumamente beneficioso para ellos.

  • Responsabilidad: Para mantener un huerto es necesario establecer las diferentes tareas que hay que realizar y asignarla a los distintos miembros de la familia. Es importante ser constantes y que cada uno se encargue de sus tareas ya que, en otro caso, no se obtendrán los resultados esperados y no habrá nada que cosechar.

  • Se cultiva la Paciencia: Como consecuencia de los beneficios contra el estrés, además de verduras, en un huerto se cultiva la paciencia. Para conseguir los resultados hay que esperar varias semanas, algo a lo que no estamos acostumbrados en la actualidad. Por eso es interesante organizar las semillas de manera que tengan diferentes momentos de crecimiento para que los niños no pierdan la ilusión del principio. Esto nos lleva a trasladar esta actitud positiva que es la paciencia a nuestra vida diaria y a los objetivos que no vamos trazando, para evitar que la impaciencia nos invada y conduzca a la ansiedad que perturba tanto nuestra paz interior.

  • Podemos conseguir que nuestro hogar sea un lugar más agradable y saludable.

  • Es fácil. Contrariamente a lo que puedas pensar, tener un pequeño huerto en tu terraza o tu jardín es más fácil de lo que crees.

  • Es gratificante. Cultivar, hacer crecer, cosechar y comer tus propios alimentos es una de las actividades más gratificantes que podemos experimentar. Tanto los niños como los adultos sienten una satisfacción personal al recoger sus hortalizas y preparar la comida que ellos mismos has obtenido, al comprobar que todo trabajo tiene su fruto.

  • Ahorras dinero. Cultivar tus propios alimentos hará que ahorres en tu compra del supermercado. Además si tienes césped, la cantidad de agua que tienes que destinar a mantenerlo es un gasto bastante cuantioso. Un paquete de semillas es muy barato y pueden brotar cientos de plantas.

  • Ayuda a fortalecer las relaciones con nuestra comunidad. Familiares, amigos y vecinos se verán influenciados por los valores que les podemos aportar con nuestro ejemplo. Además, si tienes una comunidad cerca que cultive sus propios alimentos, es posible intercambiar, comprar y vender mercancías. Esta práctica termina por fomentar el desarrollo de la economía y de nuevas empresas locales. Puedes rescatar el sentido de comunidad y ayuda mutua entre los vecino

  • Te reencuentras con los ciclos naturales. Al estar en contacto con las plantas nos daremos cuenta que dependientes son de los ciclos del año. Volvemos a sentir la importancia de la primavera, la diferencia entre verano e invierno y la abundancia del otoño. Además, algo que se ha perdido en la actualidad es saber las temporadas de las plantas. En los supermercados encontramos de todo durante todo el año. En cambio cuando tenemos nuestra huerta aprendemos que existen períodos para sembrar y cultivar cada hortaliza, esto nos sirve para saber cuáles son los alimentos más adecuados para nuestro organismo según la época del año, y en caso de tener que comprar sabremos distinguir cuales son las verduras de la zona, favoreciendo la producción local.

  • Mejora la eficiencia en la producción de alimentos y el uso del suelo. La agricultura intensiva a gran escala tiene muchos factores negativos. La pérdida de productividad de los suelos en los casos de monocultivos es uno de ellos. Por lo tanto, producir en el patio trasero permite la descentralización de la producción, ayudar a conservar el suelo, reduce la huella de carbono que deja el alimento entre el productor y el consumidor final, fomenta la creación de tiendas y productores independientes, y disminuye la cantidad de envases descartados, todo lo cual favorece al cuidado del medioambiente.


Estos son algunos de tantos beneficios de tener la dicha de cosechar nuestros propios alimentos. Y vos ya empezaste a sembrar en tu casa?, Si todavía no lo hiciste te animo a que empieces con unas macetas con hierbas aromáticas y de a poco vas sumando hortalizas que no requieren tanto cuidado. Verás como de a poco tu jardín, terraza o balcón se convierte en un hermoso espacio verde que además de contribuir a purificar el aire a tu alrededor, en cada estación te regala deliciosos vegetales que enriquecen tu plato con pura nutrición, proporcionándote salud, vitalidad y bienestar.



Lic. en Nutrición Natalia Pura Moreno.


Para llevar adelante una Alimentación totalmente vegetal y natural (fisiológica), realizando cambios de manera progresiva y adecuada para disfrutar del proceso y evitar las complicaciones que surgen de las dietas radicales, te propongo acceder a mi libro: "Nutrición del Ser", donde conocerás todo lo necesario para mejorar tu alimentación y autogestionar tu salud de manera holística y consciente.



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